martes, 7 de junio de 2011

Entrevista: Felipe Caicedo: ‘‘¡Imaginen lo que puedo hacer en un grande!”

Felipe Caicedo.
DB.-Siguiendo su trayectoria, da la sensación que nunca lo ha tenido fácil, que siempre ha tenido que demostrar muchas cosas. ¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol en Guayaquil?
-Es verdad, nunca nada ha sido sencillo para mí. En Guayaquil hay miles de niños que sueñan con ser futbolistas y destacar es complicado. He tenido que trabajar mucho para llegar donde estoy. Empecé a jugar en un club de la segunda categoría, el Rocafuerte. Pero con 14 años, llamé la atención gracias a un show televisivo y todo cambió.


DB.-No me diga, ¿se convirtió en una estrella mediática?
-Creo que en España tenían un programa parecido que se llamaba Cracks. Era una especie de Gran Hermano en la que la gente te veía cada semana y te tenía que votar para que continuaras en el programa. Llegué hasta el final y aquello me ayudó bastante.

DB.-¿En qué sentido?
-Gracias al show, mucha gente se fijó en mí. A partir de ahí empecé a ir con las categorías inferiores de Ecuador y, en un torneo sudamericano sub 17, tuve una gran actuación. Muchos clubs europeos llamaron a mi puerta y, finalmente, el Basilea acabó comprando mis derechos.

DB.-Con 17 años, sobrellevar el contraste entre Ecuador y Suiza no debió resultarle una experiencia fácil...
-Fue un cambio muy duro. Durante los seis primeros meses me quería volver a mi país. Recuerdo el primer día que llegué allí como si fuera ayer. Llovía, hacía frío, no entendía nada... Me costó mucho adaptarme a la cultura, al idioma, al clima. Lloraba todos los días y llamaba a mi madre y a mis hermanas diciéndoles que me quería volver. Ellas me animaron a superarlo y a aprovechar la oportunidad que se me presentaba.

DB.-Como lo cuenta, aquella experiencia, con esa edad, pudo acabar con su carrera en Europa.
-Sí. O acababa conmigo o me hacía más fuerte. Por suerte me marcó para bien. El club se portó bien conmigo, me dieron facilidades, pero vivía en una residencia con futbolistas de todos los países y no me entendía con ellos. Por muy fácil que me lo pusieran todo, necesitaba algo que no me podían dar: el cariño de mi familia.

DB.-Debutar en Inglaterra en Old Trafford tuvo que ser toda una recompensa a tanto sufrimiento, ¿no?
-Fue un sueño. No todo el mundo puede decir que ha debutado en el 'Teatro de los sueños', en un derby de Manchester y que encima su equipo ganó. Aquel debut con el City fue increíble.

DB.-Aterrizó muy joven en un Manchester City en plena reconstrucción. Tenía una competencia en la delantera brutal. ¿Estaba en condiciones de disputarle el puesto a tanta 'vaca sagrada'?
-Creo que no. Me tomé aquella época como un aprendizaje. Mejoré una barbaridad al lado de gente como Tévez, Robinho o Adebayor. Fue un período brutal, pero jugaba muy poco y llegó el momento en el que el cuerpo me pedía más fútbol. Decidí partir para hacerme un jugador de verdad, pero en Manchester lo pasé muy bien.

DB.-Basilea, Manchester, Lisboa... Un camino muy tortuoso hasta poder llegar a España.
-Mi sueño fue siempre venir a España. Desde pequeño veía los partidos de la liga y era mi campeonato favorito. Cuando surgió la oportunidad no me lo pensé. Y acerté porque en el Málaga conseguimos la salvación y yo volví a relanzar mi carrera profesional.

DB.-Viviendo en tantos lugares como ha vivido, ¿tendrá la maleta repleta de anécdotas?
-Efectivamente, pero lo peor me ha pasado desde que estoy en Valencia (ríe). El primer día de entreno con el Levante me salté la salida de Buñol y tuve que conducir unos 20 kilómetros hasta que fui capaz de dar la vuelta. Llegué tarde al entreno y todos mis compañeros, me esperaban en el campo, me recibieron con un aplauso. ¡Vaya apuro! Esa semana encima llegué a otro entreno y no me di cuenta de que me había quedado sin gasolina y no pude arrancar el coche al acabar.

DB.-Anécdotas aparte, aterrizar en el Ciutat de València es lo mejor que le ha podido pasar. Una temporada en el Levante y ha firmado 13 goles, el récord en un curso en la historia del club granota. ¿No será supersticioso?
-¡Qué va! Al contrario, me emociona escucharlo. Estoy muy orgulloso de haber entrado en la historia del club, pero es un mérito compartido. Todos hemos luchado para conseguir el objetivo de la salvación. Yo me he beneficiado del esfuerzo de mis compañeros y de tener un excelente entrenador como Luís García.

DB.-Sus números asombran porque, encima, tiene un procentaje de efectividad muy similar al de Messi y Cristiano Ronaldo. ¿Se ve al mismo nivel que estos 'extraterrestres'?
-No me veo a ese nivel ni mucho menos. Pero sí que me marco como objetivo intentar alcanzarlo algún día. Messi es el mejor del mundo y Cristiano ha roto todos los récords de anotación este año. Yo sólo trabajo para poder lograrlo algún día.

DB.-Usted, en un equipo eminentemente defensivo como el Levante, ha tenido que jugar muy solo y fabricarse muchos de sus goles. ¿Cuál puede ser su potencial en un conjunto más ofensivo y rodeado de jugadores con más calidad?
-¡Si en el Levante, un club modesto, he conseguido 13 goles, imaginen lo que puedo hacer en un club grande! Mi fútbol y mi juego dan para muchos más goles. En un equipo más potente puedo llegar a rendir mucho más.

DB.-¿Tiene alguna idea de por dónde puede ir su futuro?
-No está en mis manos y de momento no me queda más que estar tranquilo y esperar. Tengo muchas ganas de que se aclare. Por lo pronto, el Levante ha hecho efectiva la opción de compra que tenía sobre mí. A partir de ahí, el club y yo tendremos que tomar una decisión.

DB.-Pero usted siente que está para desafíos mucho mayores...
-Sí, pero quedarme en el Levante no supondría un paso atrás, ni mucho menos. Es un club humilde pero muy respetado por todo lo que ha logrado esta temporada, logrando una salvación por la que muchos no apostaban y con algunas jornadas de antelación.

DB.-Si pudiera elegir, ¿qué camino tomaría para la próxima temporada?
-Lamentablemente, no puedo elegir. Mi deseo pasa por quedarme en España, eso lo tengo claro. Si viene una oferta de fuera lo valoraría con mi familia, pero yo en Valencia vivo muy bien.

DB.-Da la sensación que, tras tanto recorrido, en Valencia ha encontrado ‘su’ lugar. Además, sus compañeros le quieren mucho. Dicen de usted que es el mejor vestido de la liga...
-¡Tienen razón, tengo un estilazo! (Ríe a carcajadas). Soy un apasionado de la moda y muy maniático a la hora de vestir. Si quiere que le sea sincero, tengo tanta ropa que no me caben en los armarios de mi habitación y la tengo repartida por toda la casa.

DB.-De entre toda la 'banda' del Levante, destaca el capitán Ballesteros. ¿A usted le daría miedo enfrentarse a él como rival?
-No sé si miedo, pero seguro que durante los primeros 15 minutos ni me acercaba a él. ¡Con las 'hostias' que da seguro que me asustaba! (ríe). En serio, impone mucho. Pero para mí, Ballesteros es un modelo. Espero poder seguir su ejemplo y seguir poder jugando cuando llegue a su edad.

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