martes, 22 de marzo de 2011

La situación humanitaria en Libia está al límite: 320 mil refugiados

La falta de información precisa dificulta la planificación de la ayuda. Los organismos de Naciones Unidas reportan escasez de alimentos y medicinas en las ciudades en donde se desarrollan los combates. La crisis se concentra en las fronteras con Egipto y Túnez

Crédito foto: AP
Las dificultades para brindar ayuda humanitaria a la población libia es cada vez más difícil. Diferentes organizaciones de ayuda intentan introducir al país cargamentos de provisiones médicas y alimenticias el miércoles.

El trabajo en la frontera es fundamental, ya que solamente el sábado, el día en que Francia comenzó los ataques, unas 2.823 personas cruzaron la frontera hacia Egipto. Otras 1.500 emprendieron el éxodo hacia Túnez durante el fin de semana.

En cuanto a la situación de falta de comestibles, La situación en el país es crítica, ya que la gente teme salir de sus casas por las incesantes balaceras entre partidarios y detractores del dictador libio.

Las tiendas permanecen cerradas y el único recurso es utilizar las reservas que tengan en sus casas. Aquellas que se mantienen abiertas muestran incrementos de hasta el 110% para el pan y 88% el arroz.

El Programa Mundial de Alimentos logró introducir unas 1.500 toneladas de comida en el este de Libia. Esta cantidad permite alimentar a unas cien mil personas por el lapso de un mes. Además prepararon otras seis mil para enviar en caso de emergencia.

La organización mantiene en la frontera entre Libia y Túnez dos cocinas operando a plena capacidad que permiten proveer de unas 25 mil comidas diarias. En la frontera con Egipto unas 16 mil personas ya han recibido raciones de emergencia

La Agencia de Naciones unidas para los Refugiados contribuyó a la vez con otras diez mil raciones diarias en las fronteras. El lunes despachó un avión con destino en la ciudad egipcia de Alejandría para luego trasladar los recursos a la ciudad fronteriza de Sallum.

La aeronave transportaba seis refugios prefabricados, sábanas, cocinas y bolsas de dormir, junto con carpas, en la intención de proveer de un techo a unas 50 mil personas en la frontera con Egipto. El Fondo de Naciones Unidas para los Niños contribuyó a su vez con docenas de letrinas.

La situación sanitaria también atraviesa un caos absoluto. La falta de insumos lleva a los hospitales de las zonas de combate al borde de tener que cerrar sus puertas. Los analgésicos y la anestesia son los principales faltantes.

La organización internacional Médicos sin Fronteras denunció que se le denegó el acceso para tratar a los heridos. Dijo incluso haber recibido informes de personas que comentaban las enormes dificultades de acceder a un tratamiento médico.

La asociación logró transportar unas 33 toneladas de material médico a las fronteras, 16 de ellas han arribado a Túnez. Sin embargo, las condiciones de seguridad en el país han hecho imposible el traslado de los médicos a las zonas afectadas. En varias oportunidades intentaron acceder a Ras Lanuf pero debieron volver sus pasos. El equipo de cirugía se encuentra a la espera en Alejandría.

La Organización Mundial de la Salud por su parte ha aprovisionado la ciudad tunecina de Djerba con unas seis toneladas de provisiones médicas. Entre ellas se incluyen medicamentos y equipamiento para tratar a unas 50 mil personas durante tres meses.

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